La
bandola andina colombiana es un instrumento de cuerda pulsada que se toca con
plectro (pluma, plumilla, uña y/o pajuela son otros nombres populares dados al
plectro). Es un instrumento de transculturación y en desarrollo que
organológicamente proviene de la familia instrumental de la guitarra y cuyo
nombre viene de una antigua raíz pérsico-arábiga (pandur), que llega a través
del laúd europeo para designar una gran variedad de instrumentos de registro
medio y agudo con funciones melódicas. En Colombia ha tenido y continúa
teniendo diversas transformaciones que responden a las necesidades musicales,
sociales, técnicas y personales de instrumentistas y constructores, quienes han
influido de muy diversas maneras en su morfología y por ende en su sonoridad.
Para la bandola andina colombiana se plantean dos líneas de desarrollo: por un
lado la línea denominativa que hace referencia a su nombre y por otro la línea
constructiva que hace referencia a sus características morfológicas (Ver
BERNAL, 2003).
El nombre de bandola proviene de la pandura
(identificada desde el Siglo X) a través de la bandura panskaja y la bandurka
(Siglo XV), pasando por el laúd europeo y una de sus familias que toma esta
denominación: la de las mandoras. Estos últimos instrumentos de cuatro
a seis cuerdas u órdenes y cuerpo delgado tenían varias afinaciones (una mezcla
de cuartas y quintas justas) y longitudes de la escala que oscilaban entre 37 y
42 cm.
Como su nombre lo indica la bandola es un instrumento perteneciente a la denominada región andina colombiana, comprendida esta por las cordilleras, los valles interandinos y sus zonas de influencia en los departamentos de Antioquia, Boyacá, Caldas, Caquetá, Cauca, Cundinamarca, Huila, Nariño, Norte de Santander, Quindío, Risaralda, Santander, Tolima y Valle del Cauca. Desde una perspectiva histórica, la música andina de Colombia que se toca con bandola tiene su origen en la creación y re-creación popular a través de varios siglos, teniendo como sustrato principal las músicas provenientes de la metrópoli cultural (Europa y los Estados Unidos principalmente) así como los desarrollos y productos culturales propios durante ese tiempo. Es así como al lado de tonadas -tipo representativas como el bambuco, el torbellino, la guabina y el pasillo- reconocidas y mencionadas desde los siglos XVIII y XIX están presentes también, con modificaciones locales, el chotis, la polka, la mazurka, el fox-trot, el one-step, el fandanguillo, el intermezzo, la danza, la contradanza, que nos hablan a las claras de su procedencia.
Familia
de la Bandola Andina Colombiana
Bandola alto, bandola tenor, bandola bajo.
Abajo:
registro y afinación de la familia de la bandola
Partes del Instrumento
1. Cabeza
o paleta. Tiene el clavijero.
2. Mango.
En su parte frontal está pegado el DIAPASON, que aloja los trastes y se
prolonga hasta la boca.
3. Quilla o tacón.
4. Zoque.
5. Tapa
posterior.
6. Barras
armónicas de la tapa posterior.
7. Taco
superior.
8. Aros.
9. Taco
inferior. A el se fija algún tipo de TIRACUERDAS.
10. Tapa
armónica. En su mitad inferior se pega el PUENTE,
11. Boca,
generalmente rodeada de un adorno llamado boquilla.
12. Refuerzo
de la boca.
13. Barras
armónicas de la tapa armónica.
14. Abanico.NUEZ o hueso superior, DIAPASÓN, PUENTE, TIRACUERDAS
Maderas más usadas en la fabricación del instrumento:
Tapa posterior: cedro, cedro Caquetá, nogal, caoba de honduras, Diomate
Aros: Cedro, cedro Caquetá, nogal, caoba de honduras, Diomate
Diapasón: Cedro, guayacán, diomate, galac, ébano
Puente: Nogal, cedro, guayacán, palo de rosa, galac, ébanoVIDEO TUTORIAL
Bases técnicas y de ejecución
Disposición corporal
Por
su forma redondeada la bandola es un instrumento difícil de sujetar; sin
embargo, debe procurarse que la colocación y sujeción del instrumento no vayan
en contra de la anatomía ni impliquen realizar posturas que generen tensión o
cansancio. Otros de los objetivos son
ejercer dominio visual sobre el instrumento y dominio mental de la
situación corporal con respecto a él.
Aunque
la bandola tiene más de 100 años de tradición en la región Andina de Colombia
puede afirmarse que existen casi tantas técnicas y modos de sujetar el
instrumento como bandolistas. Hay muy pocos métodos escritos, que son de
difícil consecución, y en ellos no se hace un tratamiento homogéneo de este
importante aspecto. Valga como ejemplo el método de Gustavo Sierra Gómez, en el
cual se presentan 8 maneras posibles de tomar la bandola, basado en su propia
experiencia y en la observación de otros bandolistas. Se describe a
continuación la postura con escabel, no sin antes hacer claridad de que es la
preferida por el autor y otros cuantos bandolistas. Esta misma manera de
sostener la bandola es posible sin el uso del escabel ó cruzando la pierna
izquierda sobre la derecha con apoyo en el tobillo, aunque esta última postura
tiende a hacer que se "duerman" las piernas; igualmente, hay quienes
suben los dos pies sobre el escabel. Es frecuente también apoyar la bandola
sobre el muslo derecho.
Figura
5 Sujeción de la bandola
La
postura descrita ofrece muchas ventajas por sus características: la espalda
permanece recta, el uso del escabel eleva la pierna izquierda con respecto a la
derecha facilitando sostener el instrumento mediante tres puntos de apoyo:
·
La pierna derecha a nivel de la unión de los
aros en la parte inferior del instrumento.
·
La pierna izquierda a nivel de la unión entre
el aro inferior y la tapa posterior.
·
El tórax a nivel del borde de unión entre el
aro superior y la tapa posterior.
Además
de los anteriores puntos de apoyo se da un punto de fijación que está
dado por el antebrazo derecho sobre el borde que une la tapa armónica con el
aro superior. Esto permite sostener la bandola sin la intervención del brazo
ni mano izquierdos, que quedan totalmente libres para su función de digitación.
El codo izquierdo permanece separado del tórax y el antebrazo en disposición
perpendicular con respecto al mástil, tomando al dedo pulgar como eje. Por otra
parte la bandola está ligeramente inclinada hacia atrás, permitiendo dominio
visual sobre el diapasón y las cuerdas sin tener que forzar el cuello ni
inclinarse exageradamente sobre ella.
BRAZO
Y MANO IZQUIERDOS
Como
se describió en el aparte anterior el apoyo principal para sostener la
bandola no está en la mano izquierda ya que ésta debe permanecer libre para
dedicarse exclusivamente a la función de digitación. Para tomar el mástil de la
bandola se hará con la mano una especie de pinza fisiológica entre el dedo
pulgar (que se sitúa con la yema sobre la línea media posterior del mástil) y
los demás dedos (que accionan sobre las cuerdas), sin que el borde inferior del
diapasón y el mástil queden apoyados en parte alguna de esta mano.
Figura 6. Posición de la mano izquierda
a.
Disposición cerrada o cromática b.
Disposición abierta o diatónica
La
disposición de esta mano y brazo sigue los principios generales de la escuela
de la guitarra y la mandolina: los dedos deben estar doblados en todas sus
articulaciones y las yemas deben pisar las cuerdas con firmeza. El dedo pulgar
se desplazará a lo largo del mástil cuando la mano deba ocupar una posición
distinta, manteniendo el apoyo en la yema y aproximadamente sobre la línea
media posterior. Cabe aclarar que cuando se está tocando en los órdenes graves
el apoyo del pulgar es un poco por encima de lo dicho, pero nunca tanto que
alguna parte del dedo asome sobre el borde superior del diapasón.
Los
dedos de la mano izquierda pueden adaptar dos tipos de disposiciones:
·
Disposición cerrada, llamada también
disposición o posición cromática por algunas escuelas de instrumentos de
plectro. Consiste en que cada uno de los dedos ocupa un traste contiguo a los
dedos vecinos, es decir, la mano abarca una totalidad de cuatro trastes.
·
Disposición abierta, llamada también
disposición o posición diatónica. Consiste en la existencia de trastes o
espacios sin ocupar entre dedos contiguos. Existen varias posibilidades de
disposición abierta, dependiendo del tipo o segmento de escala que se esté
tocando, de las necesidades de digitación del pasaje musical o de la sonoridad
que se requiera, entre otros criterios.
Por
otra parte, debe tenerse siempre presente el componente que está dado por la
separación relativa del codo en relación con el torso. Muchos de los
movimientos de desplazamiento a lo largo del diapasón, así como de cambios en
la disposición de la mano izquierda pueden ser ayudados mediante movimientos
hacia “adentro” o hacia “afuera” del antebrazo en general.
BRAZO
Y MANO DERECHOS
Hay
que recordar que el antebrazo derecho es el encargado de fijar el instrumento y
que debe ser exclusivamente allí donde se haga el sostenimiento. Este punto de
fijación es movible ya que la región del antebrazo que se apoya contra el borde
superior de la tapa no siempre es la misma, dependiendo del orden que se esté
tocando y/o de la región de la cuerda (hacia los trastes, normal, hacia el
puente). La muñeca permanece en una postura natural y relajada siguiendo el eje
del antebrazo, sin articulaciones excesivas. La mano tiene un punto de
referencia sobre el puente en la región correspondiente a los músculos propios
del pulgar, región que se desplaza sobre el puente dependiendo del orden que se
toca. Es importante hacer conciencia de que este punto de referencia no
constituye apoyo o sostenimiento en esta región de la mano, ya que
incluso hay maneras de pulsar levantadas en las que no existe contacto distinto
al punto de fijación ya descrito.
Por
otra parte, existe un espacio amplio entre la superficie de la tapa o del
puente y el borde de la mano correspondiente al dedo meñique: al tocar podemos
ver el piso a través del "espacio" formado por la palma y los dedos
flexionados (Figura 7). Esta posición de la mano permite disponer de mayor
amplitud en el movimiento de pulsación.
Figura 7. La mano derecha
SUJECIÓN
DEL PLECTRO
Este
es otro aspecto en el que la disparidad de criterios es la regla general: se han
descrito y se ven muchas maneras de tomar la pluma pensando en "la
sonoridad suave y delicada" del instrumento. Se considera que la opción
que aquí se presenta permite manejar gran variedad de ataques, diversos planos
sonoros, las transformaciones tímbricas más comunes y otras propias, así como
un amplio rango dinámico manteniendo una posición relajada. Esta técnica en
particular fue aprendida del maestro Luis Fernando León Rengifo.
En
la Figura 8 podemos observar en detalle la manera en que se toma la pluma: uñas
alineadas (la del meñique un poco elevada con respecto a las otras en razón de
la menor longitud de este dedo), la yema del pulgar sobresale por delante de la
región lateral del índice y en relación con la alineación de los demás dedos,
estos permanecen unidos y naturalmente doblados en todas sus articulaciones
con la mano semicerrada evitando cualquier tensión. El plectro se toma entre la
yema del pulgar y el extremo lateral de la última falange del índice. Nótese
como más de la mitad superior de uno de los lados de la pluma descansa ocupando
casi la totalidad de la yema del pulgar y solamente una esquina del otro lado
es fijada por el dedo índice quedando casi toda esta superficie libre de
contacto alguno. La punta de la pluma se dirige hacia abajo perpendicularmente
al eje del pulgar.
Figura 8 Sujeción del plectro
Esta
manera de tomar la pluma posibilita el movimiento de flexión del pulgar (Figura
9), lo que permite cambiar a voluntad el ángulo de incidencia de la pluma sobre
las cuerdas multiplicando los efectos tímbricos, así como añadir otro
componente de movimiento -y por lo tanto otras combinaciones de movimientos- a
la producción del sonido. Por otra parte deja libres los dedos medio, anular y
meñique para accionar sobre la misma o cuerdas diferentes a la que se pulsa con
la pluma.
Figura
9. Movimientos de flexión y extensión del pulgar
PRODUCCIÓN
DEL SONIDO
Como
se dijo inicialmente la bandola es un instrumento de cuerda pulsada que se toca
con plectro. La producción del sonido o pulsación de las cuerdas es una suma
compleja de diversos movimientos a distintos niveles del brazo, antebrazo y
mano derechos, analizados y descritos por el bandolista Jairo Rincón Gómez de
la siguiente manera:
1.
Movimientos de flexión y extensión del pulgar.
2.
Movimientos laterales de la muñeca.
3.
Movimiento de rotación del antebrazo sobre su
eje.
4.
Movimientos de flexión y extensión del
antebrazo sobre el brazo: son los que se hacen con el antebrazo hacia arriba y
abajo a manera de abanico sobre la tapa, a partir de la articulación del codo.
5.
Movimiento o “peso” desde el hombro
Figura 10. Componentes del movimiento
en la pulsación de las cuerdas
Es
importante identificar y ejercitar por separado cada uno de estos movimientos y
las características del sonido que produce, así como su grado de intervención
en el movimiento general de pulsación de las cuerdas:
1.
La flexión del pulgar en la plumada
descendente permite que el movimiento contrario de extensión durante la plumada
ascendente empareje la intensidad de ambos tipos de plumada, lo que facilita un
fraseo adecuado. Además el ángulo de incidencia de la pluma sobre las cuerdas
cuando se realiza el trémolo está dado por este componente de movimiento.
2.
Los movimientos laterales de la muñeca son la
fuerza principal en la producción del sonido y muy importantes, junto con el
movimiento de rotación, en la calidad e intensidad del trémolo.
3.
El movimiento de rotación del antebrazo sobre
su eje es el que nos permite tocar aisladamente un orden sin tener que levantar
la mano: le imprime a esta un giro que hace pulsar las cuerdas en el momento
más bajo del recorrido de la pluma.
4.
Los movimientos de flexión y extensión del
antebrazo sobre el brazo son los más gruesos y se involucran cuando hay
"saltos" entre órdenes y para colocar la mano según el orden que se
toque. Intervienen también en algún tipo de trémolo y en sonoridades
especiales.
5.
El peso del brazo permite manejar diversos
tipos de intensidad general.
La idea al describir estos movimientos es lograr hacer
conciencia sobre un aspecto fundamental de esta técnica: el movimiento
general de producción del sonido debe ser homogéneo en todos los órdenes.
La incorporación conciente de estos aspectos llevará a un dominio permanente de
la plumada y a un manejo voluntario y discrecional de las características
sonoras que se desean.
Intérpretes y obras representativas
Diego Saboya interpreta el Estudio #3 de los "12 estudios Latinoamericanos para Bandola Colombiana" del maestro Fabián Forero Valderrama
Adaptación de Oriana Medina para bandola solista sobre la Guabina De Algún Modo de Lucas Saboya González
Juan Sebastián Vera interpreta Bandolarium, obra incluida en su trabajo "Bandolarium 4 obras para Bandola"
Diego Estrada interpreta junto al Trío Morales Pino el bambuco Flor de Romero de Álvaro Romero Sáncahez (guitarrista del mismo grupo)
Para profundizar sobre este instrumento, pueden remitirse a los siguientes textos, de los cuales fueron extraídos estos aportes:
- Monografía "Cuerdas más cuerdas menos. Una visión de la evolución morfológica de la bandola andina colombiana" de Manuel Bernal Martínez
- Cartilla 1, LA BANDOLA ANDINA COLOMBIANA, de Manuel Bernal Martínez
No hay comentarios.:
Publicar un comentario